La vieja tejedora que teje el mundo se llama SIS-SAS. Ella se encarga de tejer el tiempo, el tiempo de cada uno. El hilo de la vida. Todos tenemos un hilo, un tiempo, una madeja con la que tejer nuestra vida. Todos los días de lunes a viernes vais a clase. Es mucho tiempo, muchas horas que pasáis juntos. Tejéis un poco de vuestra vida en el colegio, con los compañeros, con los profes y las personas que trabajan en el colegio, el conserje, el personal de limpieza, del comedor... Os proponemos un juego, un acto poético para unir al grupo. Cada uno trae a clase un ovillo de lana, una madeja (son muy baratas en los “todo a 100” o “todo un euro”). Elegid un color que os guste. Sacad un trocito de cada madeja y unid con un gran nudo todas las madejas; Sujetad el nudo a algo que esté alto, por ejemplo la canasta de baloncesto del patio, o de alguna viga que haya en el patio cubierto. Ponéos en círculo, cada uno con su hilo. ¡La que vamos a liar! Ahora, con la música de la TARANTELA comenzad a ir de un lado a otro cruzándoos con los compañeros, bailando, saltando, pero sin soltar vuestra madeja, siempre cruzándoos en orden al principio,(por ejemplo, A va a donde está J y cuando llega J se cruza con K...). Estaréis tejiendo una especie de trenza, cada uno con su hilo hasta formar uno solo. Tal vez no sea algo perfecto, habrá nudos, tal vez sea una maraña…no importa, al ritmo de la tarantela estáis tejiendo una maraña que no es de araña, es la trenza de la clase. Sois un grupo, cada uno con su hilo formando uno mucho más fuerte y más colorido. Hay muchas historias de diferentes culturas donde el hilo representa la vida. Cuando ese hilo es cortado la vida se acaba. Nadie sabe cuánto hilo hay…nadie sabe cuánto tiempo estaremos en este mundo… En la tradición ORAL hay historias donde mujeres, diosas y seres mitológicos son las encargadas de saber cuando ese hilo tiene que cortarse. Moiras, Parcas, Laimas o Nomas son algunos de los nombres de estas mujeres.
La vieja tejedora que teje el mundo se llama SIS-SAS. Ella se encarga de tejer el tiempo, el tiempo de cada uno. El hilo de la vida. Todos tenemos un hilo, un tiempo, una madeja con la que tejer nuestra vida. Todos los días de lunes a viernes vais a clase. Es mucho tiempo, muchas horas que pasáis juntos. Tejéis un poco de vuestra vida en el colegio, con los compañeros, con los profes y las personas que trabajan en el colegio, el conserje, el personal de limpieza, del comedor... Os proponemos un juego, un acto poético para unir al grupo. Cada uno trae a clase un ovillo de lana, una madeja (son muy baratas en los “todo a 100” o “todo un euro”). Elegid un color que os guste. Sacad un trocito de cada madeja y unid con un gran nudo todas las madejas; Sujetad el nudo a algo que esté alto, por ejemplo la canasta de baloncesto del patio, o de alguna viga que haya en el patio cubierto. Ponéos en círculo, cada uno con su hilo. ¡La que vamos a liar! Ahora, con la música de la TARANTELA comenzad a ir de un lado a otro cruzándoos con los compañeros, bailando, saltando, pero sin soltar vuestra madeja, siempre cruzándoos en orden al principio,(por ejemplo, A va a donde está J y cuando llega J se cruza con K...). Estaréis tejiendo una especie de trenza, cada uno con su hilo hasta formar uno solo. Tal vez no sea algo perfecto, habrá nudos, tal vez sea una maraña…no importa, al ritmo de la tarantela estáis tejiendo una maraña que no es de araña, es la trenza de la clase. Sois un grupo, cada uno con su hilo formando uno mucho más fuerte y más colorido. Hay muchas historias de diferentes culturas donde el hilo representa la vida. Cuando ese hilo es cortado la vida se acaba. Nadie sabe cuánto hilo hay…nadie sabe cuánto tiempo estaremos en este mundo… En la tradición ORAL hay historias donde mujeres, diosas y seres mitológicos son las encargadas de saber cuando ese hilo tiene que cortarse. Moiras, Parcas, Laimas o Nomas son algunos de los nombres de estas mujeres.
La vieja tejedora que teje el mundo se llama SIS-SAS. Ella se encarga de tejer el tiempo, el tiempo de cada uno. El hilo de la vida. Todos tenemos un hilo, un tiempo, una madeja con la que tejer nuestra vida. Todos los días de lunes a viernes vais a clase. Es mucho tiempo, muchas horas que pasáis juntos. Tejéis un poco de vuestra vida en el colegio, con los compañeros, con los profes y las personas que trabajan en el colegio, el conserje, el personal de limpieza, del comedor... Os proponemos un juego, un acto poético para unir al grupo. Cada uno trae a clase un ovillo de lana, una madeja (son muy baratas en los “todo a 100” o “todo un euro”). Elegid un color que os guste. Sacad un trocito de cada madeja y unid con un gran nudo todas las madejas; Sujetad el nudo a algo que esté alto, por ejemplo la canasta de baloncesto del patio, o de alguna viga que haya en el patio cubierto. Ponéos en círculo, cada uno con su hilo. ¡La que vamos a liar! Ahora, con la música de la TARANTELA comenzad a ir de un lado a otro cruzándoos con los compañeros, bailando, saltando, pero sin soltar vuestra madeja, siempre cruzándoos en orden al principio,(por ejemplo, A va a donde está J y cuando llega J se cruza con K...). Estaréis tejiendo una especie de trenza, cada uno con su hilo hasta formar uno solo. Tal vez no sea algo perfecto, habrá nudos, tal vez sea una maraña…no importa, al ritmo de la tarantela estáis tejiendo una maraña que no es de araña, es la trenza de la clase. Sois un grupo, cada uno con su hilo formando uno mucho más fuerte y más colorido. Hay muchas historias de diferentes culturas donde el hilo representa la vida. Cuando ese hilo es cortado la vida se acaba. Nadie sabe cuánto hilo hay…nadie sabe cuánto tiempo estaremos en este mundo… En la tradición ORAL hay historias donde mujeres, diosas y seres mitológicos son las encargadas de saber cuando ese hilo tiene que cortarse. Moiras, Parcas, Laimas o Nomas son algunos de los nombres de estas mujeres.